Bateria

viernes, 21 de marzo de 2014

Instalar una cisterna nueva

Cuando la cisterna gotea el problema puede venir de dos sitios: de la válvula de llenado que no corta el agua cuando debe, o de la válvula de descarga que no cierra correctamente. Por ello, es necesario abrir la cisterna para ver el origen de la fuga.

Materiales y herramientas
- Destornillador
- Alicates
- Válvula de llenado nueva (dependerá de la avería)
- Llave fija
Abrir la cisterna y comprobar qué es lo que falla
Para quitar la tapa de la cisterna el sistema varía en función del dispositivo. Primero tenemos que quitar el pulsador central tirando de él hacia arriba con un destornillador, o si lo que tenemos es un tirador tiraremos hacia arriba y sujetaremos con unos alicatesla varilla para desenroscar el pomo del tirador. En nuestro caso se trata de un botón.
Ahora es el turno del embellecedor, tenemos que desenroscarlo hasta que salga totalmente.
Algunos modelos modernos llevan un sistema por “cable”, por lo que no necesitaremos desenroscar el embellecedor ni quitar el pulsador, simplemente levantaremos la tapa de la cisterna y tiraremos de la pieza gris que entra a presión en el pulsador.
Como podemos observar, en el interior de la cisterna se acumula suciedad, ya que no siempre tenemos la mejor calidad de agua en casa. Es por ello que sería recomendablecada 6 meses abrir la cisterna y limpiar con un cepillo esta zona para evitar acumulación de cal y de barro.
Cambiar la válvula de llenado
Una vez veamos las dos válvulas podremos comprobar la causa del problema. Si es que no cierra la válvula de llenado, veremos que el agua rebosa y sale por el centro de la válvula de descarga que va a dar a nuestra taza (centro del tubo azulado en este caso). También podría ser que de la acumulación de cal se haya atascado el flotador que corta el agua. Lo limpiaremos y observaremos si ya flota correctamente. Quizá pueda estar mal regulado el flotador y no cerrar el agua antes de que rebose. Lo regularemos mediante el tornillo que hay en su parte superior. Finalmente, otro problema puede ser que la válvula de llenado esté obstruida y no corte el agua, en este caso habrá que cambiarla.
En este último caso, para solucionar el problema cerraremos la llave de entrada de agua a la cisterna y con una llave fija quitaremos el latiguillo teniendo especial cuidado con la junta. Después quitaremos la tuerca para poder sacar la válvula de llenado. Pondremos la nueva válvula en su sitio, apretaremos la tuerca, luego el latiguillo y tras abrir la llave de llenado regularemos el flotador para que el agua no rebose por la válvula de descarga.
Cambiar la válvula de descarga
Si el problema está en la válvula de descarga, podría darse el caso que se hubiera quedado algún residuo en la junta de cierre. Como en el caso anterior, cerraremos la llave de entrada de agua, descargaremos la cisterna tirando de la cadena, desmontaremos la válvula girándola en el sentido contrario de las agujas del reloj y la sacaremos. En la cisterna solo se quedará el soporte que va enroscado por dentro del depósito.
En la foto podemos ver una válvula desmotada completamente, con la parte que se queda dentro (la blanca) en donde están las “muescas” que la sujetan; y la válvula de descarga en la que se puede ver, en la parte izquierda, la junta de goma que hace el cierre. Esta es la junta que deberemos limpiar, así como el asiento (donde apoya la junta) que está en la parte que se ha quedado dentro de la cisterna. Para volverla a montar la introduciremos en la cisterna y giraremos, esta vez en sentido de las agujas del reloj, para encajar las muescas.
Abriremos la llave y comprobaremos si aún persiste la fuga. Si no la hemos reparado, entonces tendremos que cambiar la válvula de llenado como hemos explicado al principio. Si también nos decidimos a instalar un pulsador nuevo, es recomendable buscar un sistema con dos botones para ahorrar agua.

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