Un buen aislamiento acústico se realiza construyendo un nuevo recinto dentro del local que se desea aislar. Los nuevos techos, suelos y paredes que se construyen se apoyan, sujetan o suspenden sobre elementos elásticos, convirtiéndolos en paramentos flotantes, sin contacto rígido con la estructura del edificio.
La efectividad de estos tratamientos depende de una serie de características:
- • Masa: es un elemento indispensable para un buen aislamiento acústico. A mayor espesor del nuevo paramento flotante instalado (techo, paredes, suelo, etc.), se conseguirá un mayor poder aislante. Los principales materiales utilizados son: ladrillo macizo, hormigón, placa cartón-yeso, plomo, etc.
- • Elasticidad: es una característica fundamental de los elementos que sirven de unión-sujeción, cuelgue, o bien apoyo de la nueva construcción flotante. Los más efectivos son los amortiguadores de caucho o muelle (silentblocks), así como cauchos y neoprenos de diferentes densidades.
- • Absorción: los elementos absorbentes son los encargados de evitar la resonancia que se producen en las cámaras o espacios que quedan entre los paramentos flotantes y los de la estructura del edificio. El más efectivo de los utilizados hoy en día es la lana de roca que además es ignífugo M-O.
Como norma adicional a estas características básicas, un óptimo aislamiento acústico requiere la construcción de varios cerramientos de absorción-masa en zonas claves que se determinarán al igual que el resto de los elementos necesarios a instalar después de un estudio previo y exclusivo del local a aislar acústicamente.Una vez realizadas las pruebas acústicas necesarias del local a tratar, se escogerán y calcularán los sistemas más apropiados, así como el orden de colocación y volumen de los mismos debiendo estar los trabajos de ejecución sometidos a un estricto plan de montaje y cuidada supervisión por un técnico especializado; no dejando esta misión en manos de personas ni empresas.
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