Bateria

domingo, 23 de marzo de 2014

Instalar un fregadero en la cocina

La instalación de un fregadero es una tarea que, a simple vista, puede parecer más difícil de lo que en realidad resulta. No hace falta ser un "manitas" para llevarla a cabo: basta con tener cierta afición por las manualidades y tareas de bricolaje, además de tiempo y ganas de realizarlo.
Existen dos tipos de fregaderos, según la forma en que se colocan y se sujetan a la encimera: de bajo cubierta y de sobre cubierta. Este artículo se centrará en estos últimos, ya que son los más frecuentes y de instalación más sencilla, aunque también se hará mención a los del primer grupo.
La primera tarea que se ha de realizar, en cualquier caso, es cortar el agua. Para ello, lo más recomendable es cerrar la llave de paso de la cocina o bien de toda la casa.

Retirar el fregadero antiguo

Si se trata de retirar un fregadero antiguo, el primer paso consiste en desconectar todas las tuberías y latiguillos que unen la pila y el grifo con la red de agua. Estas conexiones se encuentran dentro del mueble en la parte inferior que queda justo debajo del fregadero. Al realizar esta tarea, conviene estar provisto de un cubo para recoger el agua que pueda gotear y caer al desunir las conexiones.
Si se debe retirar un fregadero antiguo, la primera tarea es cortar el agua y desconectar todas las tuberías del grifo y el desagüe
Hecho esto, según el tipo de fregadero, habrá que empujarlo hacia arriba (si es de sobre cubierta) o hacia abajo (si es de bajo cubierta). Según la antigüedad de la instalación, costará más o menos despegarlo de la encimera, ya que dependerá de la resistencia que todavía presente la junta de estanqueidad (el material que se haya empleado para pegar el fregadero a la encimera, que puede haber sido silicona o alguna otra pasta similar).
Retirado el fregadero antiguo, habrá que limpiar bien toda la encimera antes de proceder a la instalación del nuevo.





Preparar una encimera nueva para la instalación del fregadero

Si la encimera es nueva, lo más probable es que haya que efectuar la perforación para colocar el fregadero. A menudo, el embalaje del fregadero incluye una plantilla que hay que recortar y colocar sobre la encimera. De este modo, se puede trazar con lápiz sobre la encimera la línea exacta sobre la que corresponde cortar. Así que es importante prestar atención a la caja para no desecharla antes de tiempo.
Conocida la ubicación exacta que debe tener el hueco para el fregadero, se procede a la perforación. La manera más sencilla, si la encimera es de madera, consiste en hacer un agujero con un taladro justo en el borde del trazado y, luego, realizar el calado con un serrucho de punta o aguja, o una sierra de calar mecánica, con la que el trabajo será mucho más rápido y sencillo.
Terminado el corte, se retira la madera sobrante (que conviene no tirar, ya que se puede destinar a múltiples usos, como marcos para fotos, la base para un centro de mesa, etc.) y se comprueba que el fregadero cabe en el hueco sin inconvenientes. Tras esta comprobación, se retira y se limpia bien toda la superficie de la encimera.




Colocación del fregadero nuevo

Antes de colocar la nueva estructura, es aconsejable instalar el grifo. Para ello, se recomienda voltear el fregadero (es decir, colocarlo patas arriba) para trabajar con mayor comodidad: así resultará mucho más fácil asegurar latiguillos, vástagos, tornillos de apriete, juntas de plástico y pletinas.
Se aconseja instalar el grifo en el fregadero antes de colocar este en la encimera, porque es más sencillo hacerlo de esta forma
Con el grifo instalado y la encimera preparada, es momento de colocar el fregadero. Para ello, hay que poner en la parte inferior las grapas o ganchos de sujeción (la forma de colocación depende de cada modelo de fregadero, de modo que habrá que leer con atención las instrucciones que lo acompañen) y aplicar la silicona o material similar en los bordes como juntas de estanqueidad. Luego, se instala el fregadero en el hueco de la encimera.
El paso siguiente es ajustar con un destornillador (normal o mecánico) las grapas o ganchos de sujeción a la encimera. De este modo, el fregadero ya está colocado en su lugar.
Si el fregadero es de bajo cubierta, la instalación es diferente: se debe colocar en el mueble de debajo un par debarras de sujeción, que se empotran a las paredes del mueble y sostienen el peso de la estructura metálica.
Por fin, lo único que resta es volver a conectar la pila y el grifo a las tuberías correspondientes. Al momento de realizar estas conexiones, conviene ajustar las tuercas a mano y, en el final, efectuar un ligero apriete con la llave. Luego se abre la llave de paso y se comprueba si se produce alguna pérdida. En caso de que sí, se ajustan poco a poco las uniones con la llave hasta asegurar que están bien cerradas. De esta forma, el nuevo fregadero ya estará listo para su utilización.

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