- Para empezar, hay que planificar minuciosamente dónde se van a colocar las placas para guardar la precisión de esta tarea. Para eso, podemos usar un lápiz para que sus marcas con el nivelador. Ponemos la placa sobre la puerta y señalamos dónde irían los tornillos o tirafondos. Cuida de que ésta se sitúe a una distancia prudencial del pomo de la puerta que oscile entre los 7,6 a 15 cm.
- A continuación, puedes poner la placa, coger la broca y realizar perforaciones para los agujeros.Elegir bien la broca es muy importante porque si se hacen más grandes o más pequeños, puedes hacer un estropicio de difícil solución.
- Pon la placa con sus agujeros y a continuación, instala los tirafondos con un destornillador.
- Realiza el mismo proceso en la pared donde irá la placa de donde cuelga la cadena. Asegúrate de que esté a la misma altura y de que la cadena junto con la placa encaje a la perfección. Si no perderá su misión de seguridad y todo este trabajo no habrá servido de nada.
Si todo funciona correctamente, ya habrás terminado, ¿a que no es tan difícil? En las puertas que no son blindadas e incluso en las que sí lo son, es aconsejable poner más de un sistema de seguridad. Para más precaución, podrás abrir la puerta y mirar mejor quién llama a la puerta sin correr tanto riesgo. ¿Te atreves a hacerlo?
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